lunes, 23 de abril de 2012

OPOSITAR: El antes y el ahora de un opositor…el mañana no se sabe.



Desde el punto de vista de mi experiencia como directora del centro de Formación Lehmberg Formacion desde 2006, me gustaría romper una lanza a favor de los opositores. Los sufridos opositores que corren una carrera de fondo hasta conseguir su meta. No quiero en ningún caso ser pesimista y si lo que a continuación os relato, suena a ello, es simple y llanamente la realidad a la que se enfrentan los sufridos opositores.


Las principales virtudes que debe tener un opositor cuando se plantea estudiar una oposición es: fuerza de voluntad, tesón y constancia. Todo el mundo no sirve para estudiar oposiciones, así de contundente.

Hace años había ofertas de empleo público convocadas por distintas administraciones con más o menos periodicidad, fue en 2010 donde se fue notando la incertidumbre y se confirmó la misma con el descenso de plazas convocadas, sin olvidarnos del conflicto entre la comunidad autónoma y el estado en 2011, ello provoca que el esfuerzo de los opositores malagueños por conseguir un puesto de trabajo fijo en la Administración quede pendiente de un hilo y la carrera de fondo se convierta en una angustia que no se le ve fin.

Miles de personas esperan una oportunidad para presentarse a plazas de Educación (Magisterio o Secundaria), Fuerzas de Seguridad, Bomberos, Estado, Justicia, Junta o Ayuntamientos.

Detrás de cada opositor hay una historia, algunas de ellas dramáticas, con horas y horas de estudio a las espaldas (o en los codos según se mire), con sacrificios que quedan en el camino en muchas ocasiones.

A los opositores que tienen poco hábito de estudio, se les hace más difícil el sacrificio personal de estar estudiando tanto tiempo al día durante meses incluso años y evitar las tentaciones de terminar con este suplicio y hacer una vida “normal”.

La clave está en la motivación: Deben pensar que mientras él/ella no estudia, hay otro opositor estudiando que puede superarle. Hay que tomarse las oposiciones como un trabajo, con una jornada laboral de estudio, marcándose un horario de inicio, de fin con sus descansos correspondientes tanto diarios como semanales. Importantísimo es el apoyo de la familia, pues ello es aún más difícil, ya que la capacidad psicológica tiene un límite.

Los opositores con gran hábito de estudio (Notarios, Jueces, Registradores de la Propiedad, Secretarios de Ayuntamientos, Abogados del Estado, Administradores Generales, …) se puede resumir en Sacrificio y más Sacrificio, es como hacer vida de clausura pero sin vocación y no exagero, hay muchos de estos opositores que se internan en un convento a estudiar en algunas fases de la oposición. Importantísimo llegar a tener una buena “Curva de Memoria”, es decir: cuánto tiempo dura un tema estudiado en la memoria… se deben estudiar cientos de temas y estudian durante años. Como curiosidad es que en muchas ocasiones esta persona se puede convertir en un ser algo maniático con el orden, con el ruido, etc. No es extraño que el opositor se case y tenga hijos mientras está opositando aún, por tanto el/la opositor/a consorte y familias de parte y parte, son las que tienen que mantener la familia.

No quiero olvidar el mencionar que en ocasiones por reformas políticas, en pocos meses los opositores pueden sufrir además el cambio del temario a estudiar, así como el proceso que rige la oposición. Los opositores de Educación de Andalucía de este año saben a lo que me refiero.




Y para colmo de males en muchas ocasiones se aprueba sin plaza, el opositor entra en bolsa o no, según el proceso.

No por ello, el opositor se debe desanimar y si es un objetivo que se ha marcado debe luchar y ser constante para conseguirlo. ¡Animo a todos ellos!


http://www.diariosur.es/v/20120115/malaga/recortes-oposiciones-provocan-caidas-20120115.html

Yolanda Marmolejo
Directora de Lehmberg Formación









lunes, 9 de abril de 2012

Segunda oportunidad


A  España  ya  no sólo se la  conoce por ser la tierra del sol, la paella  y los  toros  sino, por  desgracia, por ser  la  tierra del desempleo  y   la  baja autoestima. Cualquier  español  que se precie  conoce,  tiene   un amigo o un familiar parado. O, sin ir más lejos, el mismo, se encuentra en situación de desempleo.

Y ya da igual de quién sea la culpa. Gobiernos, políticos, empresas, … es lo mismo. Será por que la cosa va cada vez a peor. Por eso pienso que, las compañías y profesionales que nos dedicamos al campo de los recursos humanos, agencias privadas de colocación, la formación privada y el desarrollo personal tenemos mucho que decir y que aportar en estos momentos tan duros para nuestra sociedad. Es el momento de actuar y de echar abajo muchos estereotipos; de cambiar pensamientos antiguos y adaptarnos a los tiempos actuales.

Para empezar por algún lado, quiero compartir con todos vosotros una reflexión y denunciar actuaciones llevadas a cabo por algunas empresas y profesionales que se dedican a prestar servicios de selección y búsqueda de personal y que, bajo mi punto de vista, me parecen erróneas. Ante igualdad de condiciones se están priorizando la selección de candidatos que estén trabajando ante candidatos desempleados, descartando a estos últimos del proceso por el simple hecho de llevar tiempo en paro. Con éste tipo de acciones, estamos negando la oportunidad de reincorporarse al mercado laboral a un sin fin de magníficos profesionales que se han encontrado, de la noche a la mañana, en la calle.

Hablo de personal formados, preparados, con amplia experiencia en su sector, que llevan más de un año buscando trabajo, no de un marginado del empleo. Son muchos los que, mientras se encontraban en ésta situación, la han aprovechado para reciclarse en otra actividad en busca de una segunda oportunidad. Por todo ello, estas personas no creo que deban ser consideradas como “paradas” y, para mi tienen un valor especial en una entrevista de trabajo.

Yo me he encontrado varios luchadores y luchadoras que han tenido que improvisar y adaptar sus vidas ante la nueva realidad que les ha tocado vivir; personas con gran resiliencia que han tenido que aprender a sobrevivir y a reinventarse ante el empleo, con lo que ya para mí, tienen un plus extra. 

Así que, no seamos tontos y valoremos a todos los candidatos por igual como simples trabajadores (en activo actualmente o no). Que los criterios a puntuar sean sus conocimientos, capacidades, experiencia y actitudes ante un puesto a desarrollar y no el tiempo que llevan sin encontrar trabajo.

Aportemos y no restemos en el empleo.

Miguel Ángel Serralvo Cano
Lehmberg Formacion